No te desvíes

Ayer saltó una noticia en la que -resumiendo- se dice que al arquitecto valenciano Santiago Calatrava se le reclama en Italia más de un millón de euros por el desfase de presupuesto en la construcción de un puente. Calatrava y su equipo lo valoraron en 4 millones de euros y al final ha salido por 10.

Es cierto que a este arquitecto valenciano no se le tiene precisamente estima en nuestro sector (que tampoco es que sea especialmente corporativista) pero no estamos aquí para criticar su obra. No, no va por ahí nuestro post. En esta ocasión vamos a centrarnos en la desviación de presupuesto de obra y algunas consideraciones para conseguir que eso no ocurra.

Cuando vienen clientes al estudio -porque tienen intención de hacer una obra (vivienda nueva, reforma, rehabilitación…)-, uno de sus principales miedos al iniciar el proceso es que se desvíe el presupuesto ya que, en la situación económica que atravesamos, hay que medir al máximo cualquier movimiento.

Se puede conseguir que ese famoso desvío no exista o que sea mínimo -y lo decimos con conocimiento de causa porque en OyeMe lo estamos logrando. Estamos consiguiendo que sea inferior al 10% e incluso, a veces, negativo-.

Qué hay que tener en cuenta para llegar a ese objetivo:

  • Ser conscientes desde el principio de todos los gastos que conlleva el proceso. No pueden dejarse atrás gastos que seguro aparecerán.
  • Hacer un proyecto muy detallado y muy cercano a lo que finalmente se construirá. Si en proyecto aparece, por ejemplo, un suelo barato y al final se decide colocar otro mucho más caro, esto conlleva un incremento en el precio que no teníamos previsto.
  • Llevar una dirección de obras bastante intensa para evitar que se produzcan alteraciones e ir adelantando soluciones más que encontrando problemas. Hay constructoras con mucha solvencia profesional con las que es sencillo llegar a ese punto.

Llegados aquí, de nuevo, os preguntaréis: “¿no es una obviedad lo que estáis diciendo?”. Pues no, se dan muchos casos (porque nos los encontramos en nuestro día a día) en que no se cumplen algunos de los puntos anteriores, aunque parezca increíble.

Estos puntos dependen, en gran medida, del técnico al que encarguéis vuestro proyecto y, en muchas ocasiones, es sencillo evitar caer en esos errores. En primer lugar porque, seguramente, tendréis referencias del estudio de arquitectura que elijáis -de personas que ya han pasado por donde estáis ahora vosotros- y, segundo, porque si el presupuesto que se os facilite advertís que es demasiado “bajo” comparado con el resto (porque en general han bajado todos), es muy difícil que puedan ofreceros un servicio completo (el proyecto no será tan detallado, las visitas a obra las reducirían al mínimo…). Y Lo barato sale caro y no va a ser la arquitectura un campo que se libre de esta máxima.

Hoy en día, en nuestra zona (provincia de Sevilla), el coste de construcción está en torno a 700€/m². Una vivienda de 100m² saldría por unos 70.000€, tan sólo con que el desvío sea del 30% ya estaría suponiendo un incremento de 21.000€ que segurísimo –es obvio- es mucho más que la diferencia de precio que tengáis entre diferentes honorarios de arquitecto que representan un % mínimo de la inversión total.

Esto no es un evangelio, ni queremos sentar cátedra, ni aseguramos que coger un presupuesto caro garantiza totalmente la ausencia de desvío. No. Y, si no, que le pregunten a los italianos…

 

 

Posted on: 7 marzo, 2013, by : oyemeblog