La arquitectura del pueblo

Nos gusta la arquitectura. Todos los pasos que hay que ir dando hasta construir lo que estaba proyectado; descubrir nuevas soluciones, las propuestas, innumerables reuniones con los clientes, la redacción del proyecto, negociaciones con constructoras, visitas a obra… Nos apasiona.

Con esa pasión también, ratón en mano, somos seguidores de muchas webs, blogs y cualquier otro palabro monosílabo internauta que encierre -o desprenda- información relacionada con la arquitectura. Sin embargo, la mayoría de ell@s, hablan de obra terminada –arquitectura-espectacular-, de lo bonito, de lo que a todos nos gustaría hacer… Y se produce esa situación curiosa, que se repite en sitios que pretenden hablar de una materia en concreto (¿Arte en este caso?); el 90% de los comunicadores arquitectónicos están hablando del 10% de la arquitectura que se hace.

Así que, humildemente, venimos a colaborar para empatar este partido. Abrimos esta ventana para hablar de esa otra arquitectura que comparte menos gente, la que nos gusta llamar la arquitectura del pueblo, el 90% de la que tenemos más cercana y que está menos presente en la red. Curioso. La más presente en el mundo físico es la que menos lo está detrás de la pantalla. Y no sólo terminada. Hablaremos, debatiremos y discutiremos de todos los pasos –emocionantes- para llevarla a cabo.

Porque ante lo fácil que es que te gusten los coches y hablar de Ferrari, el fútbol y hacerlo del Madrid o el Barça, preferimos quedarnos con la emoción que tuviste al conducir tu primer coche y cantar los goles del Betis o el Sevilla de esta liga de mierda.